LA LAGUNA TEMPORAL DEL SACATIERRAS.-

El paraje denominado Sacatierras, tiene su origen en lo que nos define su propia denominación, un lugar, pequeño valle entre los términos de Guadamur y Polán en donde se extraía tierra, para abastecerse de arcilla los tejares de la localidad, concretamente el Tejar de Antoliano Patiño. Los suelos de erosión de una zona rocosa de origen metamórfico, como la que habitamos, son pobres en arcillas y contados son los lugares como este que tienen tierras válidas para la cerámica. Esta extracción de tierras en el pequeño valle, dio como resultado la formación de un gran hoyo que en algunos lugares sobrepasa los dos metros de profundidad e impiden que las aguas de lluvia, de la pequeña cuenca, sigan circulando acumulándose en el citado hoyo.

Así pues, los años de abundante pluviosidad hacen que se forme en el lugar una pequeña laguna. Por otra parte, la poca porosidad de la arcilla allí acumulada, facilita que las filtraciones a capas subterráneas sea más lenta que en otros lugares. Por este motivo se puede ver, hasta dentro de varios días, en que el agua se irá evaporando y filtrando, esta hermosa laguna temporal, en forma de triángulo que tiene unos 55 metros en su lado mayor y una profundidad no lejana a un metro.

HIGINO LORENTE , FORJADOR DE ARMADURAS

Higinio Lorente Sánchez, nace en Guadamur en 1898 y muere el 29 de enero de 1991, hace ya veinte años a la edad de 91. De muy joven entra de aprendiz en el taller de armaduras de Severiano Cosentino, como también hizo Segundo Martín y otros. Con Cosentino aprende el oficio de forjar armaduras medievales. Su maestro calderero de origen, del cual hablaremos en el futuro, aprendió la forja de arneses, petos,corderas,etc restaurando armaduras, bajo la dirección del Conde de Asalto para adornar el castillo, que por aquellos años, estaba adornando el propio conde Don Carlos Morenés y Tord.

Una vez aprendido el oficio, en 1925, se independiza poniendo su propio taller, en el cual trabajó diariamente durante más de sesenta años, hasta que le fallaron las fuerzas. En su taller de la Calle del Santisimo Cristo de la Piedad, recibió numerosas visitas de periodistas, que venían a conocer al último artesano de armaduras, entre otros le entrevistaron Jaime Peñafiel, Tico Medina y Moreno Nieto. El merito de sus obras, consistía que las elaboraba con la misma técnica y maestria que los forjadores medievales, aquellos artesanos, italianos, alemanes y también españoles que forjaban las armaduras de reyes.

Las obras de Higinio están repartidas por España, Francia, Italia, Alemania, etc. adornando palacios y castillos, incluso algunas de ellas, están expuestas en museos pasando por armaduras originales del siglo XVI.
La labor para la fabricación de una armadura, explicaba a los periodistas, tiene que ser tenaz y constante a base del calor de la hornacha, martillo y yunque. La mejor chapa, es aquella que está vieja, tiene cuarenta o más años , seguia diciendo. Antiguamente yo la compraba en el Rastro porque, la que allí vendían, era de hierro y acero, que da mejores resultados y es más resistente que la que ahora compro en el almacén que es sólo de hierro. Una armadura que puede tener entre 250 y 400 piezas, tarda en terminarse seis meses, trabajando doce horas diarias y pesa cerca de treinta kilos.


Durante la segunda mitad del pasado siglo fue el único artesano de armaduras, ya que su compañero Segundo Martín, también de Guadamur dejó el oficio. Las armaduras que se siguen viendo en las tiendas de Toledo, en comparación con las de este maestro son una simple y mala imitación, ya que la chapa con que está hechas, está más próxima a las latas de sardinas que al hierro duro y pesado domado a base de golpes de martillo en caliente y cuantiosas horas de tenaz lima.
Desde esta líneas nuestro modesto reconocimiento a una labor artesana, quizás perdida para siempre, y que tuvo su última manifestación entre las tápias de nuestra humilde localidad.

LOS BORGIA. FOTOGRAMAS DE PELICULA.-

Pelicula de teme histórico producida por A3 y dirigida por Antonio Hernández y protagonizada por Sergio Peris-Mencheta, Paz Vega, Lluís Homar, María Valverde, Eusebio Poncela entre otros.
Fueron muy pocas lasi magenes que se roderon en el castillo, escasamente llegan a un minuto las utilizadas , pero el alarde escenográfico está muy logrado con bellas imágenes del asalto a la puerta de entrada del puente levadizo. Incluso bastante arriesgadas paras los especialistas que caen de espaldas en el foso.

LAS JOYAS DEL DIABLO, FOTOGRAMAS DE PELÍCULA

El director de cine, José María Elorrieta dirigió en Toledo en 1969, la película policiaca "El secreto del Toisón de Oro ( Las Joyas del Diablo)" cinta entretenida para la época. Con el paso del tiempo,estas películas toman un valor testimonial, ya que muestran como ha evolucionado desde entonces nuestro entorno. Algunas cortas imágenes se roderan en Guadamur, de las que fuimos testigos y que traemos en fotogramas. Fuerte impacto nos causó a los muchachos del barrio, que contemplamos el rodaje, sobretodo, la rápida entrada del Seat 850 y la pelea finjida en el abside de la ermita.
Hace su entrada el coche por la Casa Mónico, hoy desaparecida y se cuela en la escena, si dar nada de importancia, "el Tio Melar" que sube a su huerta en el burro.


La vista panorámica desde la huerta de Pepe, ofrecía mucho campo aún, con la típicas cambroneras. Sólo de divisan al fondo, el castillo,la ermita, las escuelas y las casas de los maestros, Elia y Don Eugenio, construidas pocos años antes.
El coche entra al pueblo tomando la calle Tradición y girando bruscamente por Costanilla de la Natividad para llegar a la ermita. a ">>
Un fallo de la película, uno de sus protagonista merodea en la ermita vestido con camisa y chaqueta , a los pocos segundos es encontrado por sus enemigos y se produce una pelea en el abside, aquí ya no lleva camisa y chaqueta, milagrosamente lleva puesta un jersey negro.

HIELOS Y NIEVE.-

El frio y las nieves caidas en estos últimos días nos han dejado estas imágenes.
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SOBRE EL CORONAMIENTO DE LA TORRE DEL CASTILLO DE GUADAMUR.

Todas las personas que miren a la torre del homenaje del castillo, podrán ver que se están realizando obras de reconstrucción, que le darán un nuevo aspecto, al cual , los que lo conocemos, no estamos acostumbrados . La existencia de ménsulas tanto en la torre , como en el primer cuerpo del palacio, no tuvieron un carácter decorativo, sino que se colocaron para sostener un adarve con antepecho o pretil amatacanado, almenado, liso o girnaldado como parece ser que tuvo el palacio.
Sobre el coronamiento de la torre que sustentaron estas ménsulas trilobuladas, con decoración de medias perlas y cabezas de diamante o clavos, hay noticias documentales de su existencia. Concretamente formando parte del inmenso cuerpo de los documentos que el geógrafo del rey Carlos III , Don Tomás López recopilo con la intención de hacer un mapa de España y sus dominios de ultramar, cosa que no se llegó a realizar . Este geógrafo recogió desde 1766 hasta finales de ese siglo aproximadamente, cuestionarios o relaciones de buena parte de los pueblos y ciudades de la España de entonces. Para la recopilación de estos cuestionarios en el arzobispado de Toledo se pidió la ayuda del Arzobispo Cardenal Lorenzana y fueron los sacerdotes los que redactaron esta relaciones locales, encontrándose hoy en la sección de Manuscritos de la Biblioteca Nacional unos, y otros documentos en el Archivo Diocesano de Toledo.
En el año 1982 tuve la oportunidad de consultar este manuscrito llevado a el, por la pista que me ofreció mi buen amigo y académico de Toledo Ventura Leblic. Entre las numerosas paginas relativas a Guadamur, destaca una descripción sucinta del castillo redactada en 1788, de muy difícil seguimiento entonces, pero que hoy día, conociendo que existieron otras edificaciones adosadas al castillo en su parte norte, es muy fácil seguir.
De la trascripción de estos documentos que hizo José María Ruiz Alonso en 1992 , en su estudio La Extremadura Chiquita, a finales del siglo XVIII. Recreación del castillo guadamurense a la luz de las Relaciones Tomás López, publicado en Anales Toledanos XXIX, tomamos el párrafo literal que describe el parraco de Guadamur en 1788:
……continua la escalera de piedra, se suben hasta treinta y dos escalones para salir al terrado o altura mayor de la torre, al salir tiene su bovedilla de piedra con su puerta labrada mirando al Norte, sálese al terrado desde el cual se descubre mucha tierra, alrededor del terrado hay una valla o pared de piedra que sirve como de barandilla para no caerse a fuera y es de una vara de alta , y tiene seis cubillos para abrazar y dar firmeza a la Torre con sus almenillas en los extremos de que hace hermosa vista. Echando una cuerda desde aquí hasta el principio y cimiento de la torre hay treinta y ocho varas que son las que tiene la torre……

Así pues la torre estuvo coronada con un muro de piedra, que pudo ser de sillar o de mampostería de una altura de 83,5 cm. Y los cubillos tendrían también este muro de piedra pero rematado con almenillas. Con el tiempo alguna mano destructora desmochó esta barandilla y las almenas de los cubillos, no sabemos con que finalidad. Si era de sillares quizás se derribase para utilizar las piedras escuadradas en casas del pueblo, si era de mampostería, con piedra y cal, más dificultosa de destruir, se me escapa que finalidad tuvo que tener tanto esfuerzo destructivo.